Mi historia con el whisky comenzó en mi infancia. Recuerdo a mi padre regresando de sus viajes internacionales con botellas que compraba en el duty free. Aquellos objetos brillantes, misteriosos y fragantes despertaron en mí una curiosidad que con los años se transformó en pasión.
En 2015, decidí comprar mi primera botella para iniciar una colección personal. Desde entonces, me he dedicado a explorar el mundo del whisky, aprendiendo sobre destilerías, perfiles de sabor y expresiones de distintas partes del mundo. Este camino me llevó no solo a adquirir conocimientos, sino a querer compartir esta experiencia sensorial con más personas.
Hoy, desde Medellín, busco acercar el whisky a quienes quieren descubrirlo, coleccionarlo o simplemente disfrutarlo de manera consciente y placentera. Más que vender botellas, quiero contar historias y crear experiencias alrededor de una bebida que conecta culturas y despierta sentidos.
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